• Portada
  • >
  • Opinion
  • >
  • Historias del Coronavirus XVIII: Al cocer mengua o la paradoja del Ingreso Mínimo Vital

Historias del Coronavirus XVIII: Al cocer mengua o la paradoja del Ingreso Mínimo Vital

  • 29 junio, 2020

Invito a nuestros lectores a entrar en las páginas dedicadas en redes a las dudas sobre el IMV y ver en primer persona la evolución real de la gestión del mismo desde el punto de vista de los interesados, los perceptores reales o teóricos: no tienen pérdida; una apasionante historia de intriga, terror y esperanzas con final incierto

Lo del Ingreso Mínimo Vital llevo décadas oyéndolo, pero os confesaré que me sonaba a cuento. Lo de tener para comer sin trabajar en este país es cosa de cuatro privilegiados con corona y a nadie importa que unos cientos de miles de asturianos vivamos en la pura angustia de no saber si la cartera tendrá cuatro euros para leche esta semana. Cierto que el Salario Social es un soporte importante, que ha sacado adelante a mucha gente. Yo, por ejemplo, en cuanto cobro el salario social me queda la letra pagada y hasta me sobran 53 euros para pasar el mes.

Desde el inicio mismo del confinamiento, en ese lejano marzo que ya nos suena a década pasada, empezó a hablarse del tema nivel estatal: el incremento de las familias sin ingresos encerradas en sus hogares hacían urgente una actuación veloz y decidida que no dejara a nadie pasar hambre. Así que para mayo e estaba aprobado y para finales de junio se cobraría -¿qué son  tres o cuatro meses encerrado en casa sin comer? menudencias-.

Lo que no nos habían contado es que para saber como iba el tema había que saber álgebra, física cuántica y tener dotes de adivinación.

Después de sopotocientos titulares contradictorios -no puedes tener casa en propiedad, que sí, que puedes, pero que vivas en ella, , que es para todo el mundo, que no, es para gente entre ventipico y 65 años, que es individual, que no, que es por unidad de convivencia,que es automático, que no, que hay que solicitarlo, que desaparece el salario social, que no, que es complementario, que  no, que es suplementario, que quienes suban un vídeo haciendo el pino mientras silban el himno de España lo tienen asegurado, que no, que era broma- hemos tenido una fecha para empezar a solicitarlo: el 15 de junio.

Para ello la red funcionarial se ha actualizado y se ha contratado un equipo especializado de alta formación y velocidad de tecleo para atender las 300.000 solicitudes que se esperaban recibir primera semana. Un total de 150 personas, entre administrativos y teleoperadores, lo que viene a ser unas dos mil solicitudes para tramitar cada uno, poca cosa; como han prometido que para diciembre estaban todas tramitadas, calculo que deberán hacer unas 16 diarias, solo para acabar con las de la primera semana.

Pero a mí eso no me preocupa, sabéis, porque soy cabeza de familia numerosa monomarental perceptora de salario social con residencia en Asturies desde hace casi medio siglo, vamos, un pleno al quince. No tengo ni que tramitar, va de oficio, que para ese tengo reconocidos los puntos por hijo a cargo.

No negaré que cuando alguna gente empezó a recibir sms con confirmaciones me puse un tanto nerviosa, porque yo no la he recibido «es que no dan a basto, no toda la gente recibirá mensaje ni carta» han aclarado en las redes sociales, prácticamente la única fuente de información en este caos informativo. ¿Carta? ¿Qué carta? ah, al parecer gente está recibiendo cartas para consentir en la gestión de su información o algo parecido, porque la redacción no es clara. También se da a algunas personas la opción de renunciar al IMV, lo que es un truco peligroso, porque si renuncias a ello probablemente pierdas también el salario, pero eso no te lo explican.

Ah, que porqué querrían renunciar a ello… ahí la viene primera sorpresa. Las cuantías que han salido en prensa, sin pasar de ser, como el nombre indica, mínimas, eran un pellizco mayores que las que venía pagando el salario social. Sin embargo  las cartas y mensajes informan de cantidades mucho menores: las promocionadas por el gobierno de España son «cuantías máximas», y como se dice por aquí, al cocer mengua, y mucho. La segunda sorpresa: quitan el ayuda por hijo a cargo, los famosos puntos. Resultado: se cobra menos que antes. «No dan puntada sin hilo» me dice una amiga que, con dos hijos, pasa a cobrar 35 euros menos al mes.

Así, entre el desconcierto y la rabia, llega el día 15 en el que tienen que presentar solicitud quienes no lo tengan de oficio y yo sin notificación oficial. Llamo al telefono de información habilitado para el tema y 138 llamadas consecutivas después, con la oreja ardiendo, desisto. Al día siguiente pruebo con el tfn la Seguridad Social y como tres minutos después el operador virtual de voz grave llega por fin a la opción correcta «para cualquier pregunta relacionada con el IMV presione dos». Aprieto el dos. Se corta la llamada. Así hasta 17 veces -más de una hora- antes de lanzar el teléfono; resultado, la pantalla destartalada y un cabreo del quince, pero igual de perdida.

El martes y el miércoles los paso consultando a las redes, que son la fuente más completa y menos fiable de información sobre la cuestión; un auténtico hervidero de gente perdida y acojonada que no sabe si va a cobrar o no, ni cuando, ni cuanto, en muchos casos ni siquiera como. En el  facebook  se respira el pánico.

El jueves escribo un mail a la asistenta social, que se declara directamente incompetente en el asunto y me recomienda esperar al 26, a ver que pasa, y si no ya lo pediré el mes que viene, pero que no se me pase pedirlo, a ver si pierdo el salario por no un tener solicitadas todas las otras ayudas.

Inocente de mí, espero al pago. El 25 la gente empieza a cobrar: unos reciben el ingreso completo, otros, nada más los 50 o 70 euros que tienen de incremento, sin saber si luego cobrarán el resto del salario o si quedarán así. También se cobra la parte correspondiente hasta mayo de los puntos, a modo de despedida. Yo no los cobro, pero empiezo a pensar si no será mejor que no un me toquen lo que tengo, visto lo visto. Madrecita, madrecita, que quede como estoy.

Compruebo que no soy la única: somos montones los que quedamos en el aire. A algunos se les ha dicho que había habido problemas en los papeleos, que la falló la tramitación, que los ponen en la lista de espera, pero que no un se preocupen, cuando se tramite se lo pagan todo retroactivo, total, ¿qué cuesta esperar a diciembre con ingresos cero?.

Pido cita en la Seguridad Social, me la dan para dentro nueve días, así que pido cita otra vez, esta para atención telefónica. Esa me la dan para el 26 mismo.

La mujer que me atiende teletrabaja, no hay duda, porque sino no me contaría todo el que me ha contado. Que no tienen ni idea. Que están más perdidos que un pulpo en un garaje. Que yo, en concreto, no aparezco como aprobada ni como denegada, ni siquiera como pendiente o en tramite: el casillero donde debería estar la información está en blanco. Me cuenta que es todo un caos. Que no un tienen personal suficiente, ni ordenadores, ni horarios, ni información. Que la llama gente berreando como si la culpa fuera de ella, que está pensando en cojer baja por estres. No llora, pero casi. Total, que quedo como estaba, pero más encabronada y a verlas venir.

Al parecer en toda este lio los únicos que han trabajado bien los han sido los responsables del marketing y autobombo, que para algo nos gobiernan reyes del postureo. Porque, digo yo, ¿no les habría traído más cuenta contratarme a mí y a otras 10.000, por poco más de lo que ofrecen pagar por el IMV , y ponernos a trabajar en condiciones para gestionar esto de forma eficiente? ¿De verdad es imprescindible ser tan chapuzas?

Para un análisis interno del dia a día pandémico, no os perdais Historias del Coronavirus I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IXX, XI, XIIXIII,  XIV , XV  , XVI y  XVII


Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies