No deja de ser una cifra simbólica, pero es una barrera que se rompe y que marca un rumbo preocupant. La mayor caida de población corresponde a las edades de ente cero y diez años, mientras que los centenarios se triplicarán antes del 2.031
También en 1960 Asturies rondaba el millón. Teníamos entonces funcionando la minería, la metalurgia, los astilleros, la ganadería y la pesca, un ciento de empresas con futuro y apenas paro, Asturies estaba creciendo. Nos encontramos ahora en el mismo punto del gráfico en lo que respecta a población, el millón escaso, pero en el camino contrario, el de bajada, y no solo en número de habitantes.
1981 ha sido el año en que Asturies alcanzó su máximo poblacional, con 1.129.556 asturianos en el territorio. El inicio de las sucesivas «reconversiones» auspiciadas por los también sucesivos gobiernos del PSOE marcaron el inicio del declive y el 2021 comenzó con 1.013.018 habitantes, 5.881 menos que un año antes. Aunque aún no hay datos oficiales disponibles, la proporción constatada de tres muertes por nacimiento a lo largo el año, con un 6’4% menos de nacimientos y un 0’6% más de fallecimientos anuncia una pérdida al menos igual en el 2021 y de seguir al ritmo marcado el 2022 remataría la bajada, dejándomos por debajo del millón.
La sangría constante de gente joven hace que en ese millón la proporción de mujeres fértiles sea de escasamente 60.000 asturianas, de quienes una buena parte no están dispuestas a tener hijos mientras la situación económica y laboral del país no les permita mantener un nivel de vida digna. Es la historia de un genocidio anunciado que nadie quiso ver cuando se estaba a tiempo de parar y que ahora no puede revertirse si no un es creando las condiciones para el retorno de la juventud emigrada.
Recordemos que Asturies tiene una de las cifras más elevadas de pérdida de población en el ala occidental del continente. Como novedad en los datos, la pérdida de población se desplaza de las zonas rurales a las urbanas, siendo el área metropolitana de Uviéu y Xixón las que más porcentaje de población han perdido del Estado.
Llucía F. Marqués
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