La organización que iba a tocar los cielos cambiando la manera de hacer política baja en Asturies a los infiernos imitando los movimientos más burdos de la política más rastrera en su campaña de primarias
Primer paso, retirada de fondos del enemigo, gestionada desde Madrid para que quede bien claro quien es la favorita de los jefes en este rifirafe. Segundo paso, eliminación de apoyos, Sofía despide a trabajadores por apoyar la candidatura de Ripa. Éste, por su lado, tampoco queda corto, aunque su proceder es menos agresivo para con su contrincante, está acusado de repartir el dindero procedente de las donaciones de los sueldos de los cargos de Podemos entre entidades afines a su candidatura.
El movimiento más reciente de esta bronca interna ha sido el despido de la hasta ahora poprtavoz de Podemos Asturies, Cristina Tronco, y la responsable de comunicación de Podemos Asturies, Sonia Sánchez, las dos incluidas en la candidatura de Daniel Ripa. Un tercer trabajador en las mismas circunstancias, Rogelio Crispado, estaría pendiente de recoger su carta de despido. Con estas expulsiones, Podemos liquida al 40% de la plantilla del llamado «bastión crítico», el menos amable para con las instrucciones llegadas de la central en Madríd y el más beligerante para con el proceso de centralización que vive el partido.
«Sofía Castañón despide a trabajadores de Podemos Asturies, amparándose en la reforma laboral del PP, el día antes de la entrada en vigor de la reforma laboral de Yolanda Díaz» denuncian miembros de Ps. En realidad han sido horas lo que han permitido amparar estos despidos en artículos de la reforma laboral del PP. La indemnización concedida ha sido de 12 días por año trabajado, la mínima posible. Sonia y Cristina han anunciado ya que tomarán medidas legales contra este despido improcedente, mencionando incluso un posible delito de persecución política.
Se da además la circunstancia de que los contratos, redactados y firmaos por la Secretaría de Organización Estatal de Podemos, estaban ya antes en situación de fraude de ley, puesto que en algún caso superaban el límite máximo de temporalidad aceptada por la reforma del PP y en los tres contratos suspendidos la temporalidad del trabajo estaba vinculada a la permanencia de terceras personas, y no a causas objetivas.
Lo paradójico de la situación queda retratado en las declaraciones de las dos despedidas «Difícilmente pueden defender los derechos de los trabajadores, cuando internamente se despide a dos trabajadores de su plantilla sin preaviso, en plena Navidad, dentro de un momento duro de la pandemia y aplicando la legislación laboral del PP», apuntan. Además, la medida va en contra del acuerdo tomado unánimemente por el Consejo Ciudadano Autonómico de no despedir a ningún trabajador/a mientras durara la pandemia.
Xicu Llamazares
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