Desde esta madrugada pasan a ser gratis otros seiscientos km de autopistas en el Estado Español; ni uno está en Asturies

En el 2018 8 vías de peaje fueron rescatadas, la mayor parte en los alrededores de Madrid y en el eje Mediterráneo. Con el PSOE en el gobierno, otros tres tramos finalizaron su vigencia y no fueron prorrogados, pasando a ser gratuitos. Hoy dejan de ser de pago otros cinco tramos, los sectores de la AP-7 entre Barcelona y La Junquera y Montmeló-El Papiol, el de la AP-2 de Zaragoza a El Vendrell, el de Barcelona-Montmeló y el de Mongat-Mataró. Además,  la AP-9 acaba de recibir del Gobierno estatal una bonificación que suaviza sus tarifas.

Desde su creación, la autopista asturiana viene quedándose al margen de las sucesivas liberaciones y ventajas que han recibido el resto, aún cuando los impuestos de los asturianos se utilizan para pagar los gastos de todas esas autopistas ya gratuitas; además, la autopista asturiana destaca también por tener una de las tarificaciones más altas por km, siendo la segunda más cara de la red estatal.

La adjudicación para el Güerna finalizaba este año, dentro de poco más de un mes, pero Aznar y Álvarez Cascos decidieron ampliar esta concesión, convirtiendo a la principal conexión de Asturies con España en la prórroga más larga del Estado, hasta el 2050, superando el plazo inicial en nada menos que 29 años y agotando el tope legal de 75 años de concesión. Los sucesivos programas electorales de todos los gobiernos, tanto asturianos como españoles, incluyen la supresión o al menos la rebaja de este peaje, aunque en los últimos «intentos de negociación» tan solo se habla de bonificaciones, que tampoco llegan.

Parece ser que, tampoco en cuestión de vias de comunicación, Asturies no es tan «dueña de su destino» como cacarea su presidente.