Cuando el machismo se disfraza de responsabilidad

3 marzo, 2021

No os engañéis, el problema no es el coronavirus, esa es la excusa. El problema, como siempre, es que se oiga la voz de las mujeres

Del Facebook de Macarena Aguilar

En este estado, en lo que llevamos de pandemia se han manifestado:
Agricultores.
Hosteleros.
Los del barrio de Salamanca.
Los de la escuela concertada.
Policías.
Nazis homenajeando a la división azul.
Antifascistas por la libertad de expresión.
Ciudadanos y ciudadanas hartas de violencia policial.
Ha habido manifestaciones organizadas por sindicatos.
Hilo aparte de merecen los negacionistas, que se manifiestan cada dos días sin ninguna medida de protección contra el virus.
Los de Vox, que son como los negacionistas y se han manifestado también varias veces ya. La última hoy aprovechando el día de Andalucía para pedir algo tan sumamente urgente como el fin de las autonomías.
En fin, un largo etcétera se colectivos sobre los que no se ha oído ni media. Y además no se ha generado ningún debate mediático cuestionando su derecho a manifestarse. Es decir, por ejemplo con las manifestaciones a favor de la libertad de expresión se ha puesto el foco sobre la violencia pero no sobre las manifestaciones en sí. O a los negacionistas se les afea el no cumplir las medidas sanitarias, pero nada se dice de que se manifiesten.
Sin embargo llevan dando la turra desde hace semanas con las concentraciones del 8M.
Parece que son las únicas que molestan, las únicas que estorban, las únicas peligrosas y susceptibles de contagiar a la toda la población somos las feministas con nuestras terribles manifestaciones.
El machismo de toda la vida se ha puesto el traje de responsabilidad ciudadana. Es lo que tiene, que sabe escoger el argumento para cada ocasión. Nunca es buen momento para nuestras reivindicaciones. Siempre somos un estorbo, unas irresponsables o unas histéricas.
No os engañéis, el problema no es el coronavirus, esa es la excusa. El problema, como siempre, es que se oiga la voz de las mujeres.