El número de parados en Asturies ha subido en casi 13.000 en el último año, siendo las coberturas por desempleo más bajas que en la década anterior
Mujeres, jóvenes en busca de su primer empleo o parados de larga duración con más de 45 años son los principales perjudicados de esta constante caída del empleo que suma en Asturies un total de 112.343 personas, sumando aquellas que se encuentran en situación de desempleo (85.781), las que continúan acogidas en ERTE (17.993) y las prestaciones de trabajo autónomo por imposibilidad de desarrollar su trabajo (8.569).
Sólo a lo largo del mes de febrero, 1.087 asturianos han pasado a engrosar las listas del paro, hasta alcanzar los 85. 781, 12.841 más que hace un año. De estos parados, más de la mitad no reciben prestaciones y aquellos que las reciben cobran importes desactualizados, inferiores a los que se percibían hace diez años, por lo que su capacidad adquisitiva es muy inferior a entonces. Por ello, desde los sindicatos urgen a actualizar el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), que se utiliza para el cálculo de los subsidios «a fin de dignificar la vida de las personas sin ingresos laborales porque, además de la crisis de empleo que padecemos cobrar los 452 mensuales de subsidio o los 833 de media de la prestación no desincentivan para nada la búsqueda activa de empleo».
Estos datos son el fruto de décadas de corrupciones, desindustrializaciones y reconversiones, que culminan con la mal llamada «descarbonización» y que han hecho de Asturies el paraíso de los fondos buitre. Reflejan también la alta vulnerabilidad del sector hostelero y turístico, sobre el que se han centrado las políticas de empleo del «Principado» en los últimos años y que además de generar trabajos de enorme precariedad es el primero en verse afectado ante cualquier tipo de crisis.
Nuria Prendes
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