El Bar La Playa es un edificio de dos plantas y más de cien metros cuadrados, plantado ilegalmente en medio de una zona de especial interés natural y propiedad pública al que acaba de sacarse de la ilegalidad mediante una concesión para su funcionamiento, dejando además abierta la posibilidad de que la concesión sea ampliada a vivienda
La playa de Bañugues está incluida en la Red Natura 2000 y en el LIC-ZEPA Lluanco-Cabu Busto, siendo uno de los puntos más interesantes de observación de aves migratorias en Asturies.
Pese a esas figuras de protección medioambiental y a la legislación sectorial estatal, hace años que se levanta en pleno dominio público un bar que era ya ilegal cuando se tramitó el deslinde (1995-2003), que tuvo órdenes de paralización de obras y de reposición al estado anterior y que, sin embargo, vulnerando la legalidad y sin solicitar siquiera la concesión prevista en la Ley de Costas (que no solicitó hasta 2010 y que no se podría conceder por su ilegalidad), siguió funcionando hasta septiembre de 2008.
Más adelante, el Proyecto de Adecuación de la Playa de Bañugues puso en marcha una serie de obras para la mejora del medio natural y para recuperar el dominio público. Sin embargo, pese a expropiarse diversas propiedades del entorno, en este proyecto se excluye expresamente el Bar La Playa, un edificio de dos plantas, ocupando una superficie de 106,4 metros cuadrados y catalogado legalmente como Bar no autorizado, que evidentemente perjudica el entorno natural y el paisaje.
En el 2015 Andecha Astur -a través de la colaboración del diputado Jhon Iñarritu- presentó al Congreso de los diputados un informe de la situación acompañado de una serie de preguntas sobre la situación administrativa de la edificación.
La respuesta gubernamental no fue clara ni concluyente, por lo que se reitera la cuestión, añadiendo además el hecho de que desde su apertura en el 2003 hasta la publicación de la solicitud de concesión transcurrieron más de seis años, muy lejos del año legal de plazo para la resolución de la misma. Otros once años han transcurrido desde entonces sin que se recibiera respuesta, y ha sido este mes de enero cuando finalmente se ha publicado en el BOE la resolución por la que se acuerda conceder la concesión al Bar La Playa, ignorando por completo la incongruencia legal y medioambiental que la permanencia del edificio implica.
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