• Portada
  • >
  • Asturies
  • >
  • De continuar la actual evolución, en 7 años no quedarían pastores en los Picos d’Europa

De continuar la actual evolución, en 7 años no quedarían pastores en los Picos d’Europa

  • 23 noviembre, 2020

Siglos de tradición a punto de esfumarse: vivir de la ganadería en una sociedad que no un da valor a las formas de vida más tradicionales ni hace nada por adaptarlas a los tiempos actuales es un acto casi de rebeldía, los pocos pastores que queden en Picos lo hacen más por pura lealtad que por el interés económico, pero la desatención gubernamental, el cansancio y la falta de relevo generacional van marcando el rumbo a su desaparición

Los últimos datos recogidos apuntan a una caida del 69’2% en la reciella en los dos últimas décadas, de las 19.380 cabezas de ganado menor en el espacio protegido del Parque en el año 1997 a las escasamente  6.000 estos años, incluso contando las cabras y ovejas correspondientes a la ampliación de territorio del Parque a las Peñamelleras, en los años 2006 y 2015. De seguir este camino, a Picos le quedarían apenas 7 años de pastores. La actual situación sanitaria no ayuda tampoco, el cierre de la hostelería los deja sin buena parte de sus compradores, en las medidas del Gobierno de Asturies no se contemplan ayudas compensatorias para este sector; además, la masificación de urbanitas en busca «de un espacio seguro» dificulta su labor diaria.

Una de las opciones barajadas cómo salida a esta situación es el que la legislación que obligue, por ejemplo, a que las denominaciones de origen de los quesos asturianos utilicen exclusivamente leche ordeñada en su zona -actualmente es habitual la importación de leche de cabra para la elaboración de quesos- al tiempo que se promociona el consumo de estos quesos. Pero con ello no sería suficiente, habría que crear canales efectivos de venta y enfrentar cuestiones cómo las malas comunicaciones (físicas y de red), la baja rentabilidad de la ganadería, la desprotección ante la carne forastera, -criado en masa, con la que es imposible competir en mercado-, el exceso de burocratización y la lucha continua por el espacio con el turismo invasivo.

De no tomarse rápidamente medidas, estaríamos asistiendo a la extinción de una cultura y unas costumbres perfiladas durante siglos por las nuestras montañas, quizás la más puramente asturiana que aún se mantiene viva.

 


Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies