Asturies, nación laboratorio del pin parental

  • 6 febrero, 2020

 

Mariano Suarez Rodríguez

Hace 36 años que España castiga a Asturies a ser nación-laboratorio del “pin parental”, con la “voluntariedad” en la enseñanza el asturiano. El PSOE ha plantado aquí la táctica facista de permitir a las familias trabar en las escuelas la enseñanza de materias que son derechos humanos básicos

Ríos de tinta y pólvora mojada recorren cenáculos y tertulias del Estado español. ¿Motivo? La extrema drecha que representa Vox pide que las familias tengan derecho a usar un nomado “pin parental” (claramente, un derecho veto) a las actividades que desarrollen los centros educativos como complemento a las asignaturas, especialmente si tienen relación con materias de educación e identidad sexual. Así, sin más, todo el patio político español ha sido sacudido por un tsunami que resulta ser falso, interesado e injusto para con Asturies.
Sí, porque hace 36 años que España castiga a Asturies a ser nación-laboratorio del “pin parental”. España nos impuso este derecho al veto facista cuanduo se vio forzado a reconocer el derecho a escolarizar la lengua asturiana. Entonces, como ya tenía previsto en el Estatuto de Autonomía que se nos prohibió votar en 1981 (sí, hace 39 años), obligó a que las familias pudieran determinar si respetaban o no el derecho universal de los pueblos a mantener su lengua (“Artículo 4º. Punto 1. El bable gozará de protección. Se promoverá su utilización, su difusión en los medios de comunicación y su enseñanza, respetanto en todo caso, las variantes locales y la voluntariedad en su aprendizaje”).
Hace casi 40 años, como lo que se vetaba castigaba la condición identitaria de las y los asturianos y fijaba el españolismo cultural y político, el PSOE y los demás partidos españoles no lo llamaron “pin parental”, sino “derecho de las familias a escoger voluntariamente”.

Ahora, cuandu lo que se puede vetar es la asistencia o no a charlas de formación sexual, los aparatos ideológicos y mediáticos del Estado gritan señalando que esa posibilidad de veto hace temblar los pilares de los derechos humanos.
Como siempre, España usa dos varas de medir: una engañosa varita seudodemocrática cuando es para defenderse ella y una buena porra policial cuando es para apalizar asturianas y asturianos que revindiquen el futuro de Asturies.
Y es que España, siempre que las asturianas y asturianos revindicamos cuestiones lingüísticas, laborales, económicas, presupuestarias, competenciales…, España nos sienta mal como espacio vital. Nos sienta mal cuando es dictadura. Nos sienta mal cuando es república. Nos sienta mal cuando es monarquía. Nos sienta mal cuando gobierna el PP, el PSOE, el PSOE con IU, el PSOE con Podemos… Sencillamente, España no es un espacio para Asturies.
Que nos lleve castigando casi 40 años con un “pin parental” antiasturiano y que ahora haga que se asusta de los pines de Vox, es la mejor prueba de que España es la  “Malamadre” de los estados europeos que todavía oprimen naciones en su interior.
Y no estamos por tener seguir aguantando una “Malamadre”, ya sólo estamos por juntar todas las energías de las asturianas y asturianos para gestionar en positivo un régimen democrático propio que garantice el futuro nuestro pueblo. Asturies es tan importante, tan valiosa, tan nuestra que no puede ser de otro modo,.

Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional.

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