En la última década Asturies ha perdido de modo natural más del 5 % de su población, lo que sumado a los miles de asturianos forzados a emigrar hace que Asturies tenga ahora menos habitantes de los que tenía en los años 70
De acuerdo a los los datos recientemente aportados por el SADEI, el desarrollo natural de la población asturiana (la diferencia entre nacimientos y defunciones) ha vuelto a ser negativo en el primer semestre del año, con un saldo de 4.126 personas menos, una cifra que casi duplica la pérdida del año pasado en el mismo semestre. Esto supone que, sin tener en cuenta los movimientos migratorios, Asturies ha perdido más de 22 personas por día en la primera mitad del 2019, siendo el territorio el estado enel que el crecimiento vegetativo da un saldo más negativo.
Estos datos se enmarcan en un proceso de desaparición que muchos ya dan en llamar el «genocidio asturiano» por sus implicaciones y su caracter integrador, ya que está acabando no solo con la demografía, sino condenando al país a una tremenda falta de renovación generacional que pone en riesgo la recuperación económica y la transmisión cultural y poniendo en peligro la pervivencia misma del Pueblo Asturiano como tal .
En ese sentido, son llamativas las recientes declaraciones del Principado en las que proponen el fomento de la inmigración a Asturies e incluso la búsqueda de talentos de afuera, al mismo tiempo que conduce a la emigración a la juventud sturiana -especialmente de la mejor formada- con las condiciones de vida que se padecen en el país.
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