La obsesión centralizadora y el abandono de la Asturies rural atrae a la población a una ciudad que no un esta en condiciones de asumir el impacto medioambiental de su  crecimiento

El concejo carece de una red adecuada de tratamiento de aguas residuales, la calidad del aire, ya muy deficiente debido a la falta de control de las emisiones de las industrias se ve agravada por el aumento  del tráfico, no hay un correcto control de la flora y fauna invasoras ni se ha dado solución a las periódicas manchas de carbón en la arenera San Llorienzu, entre otras cuestiones…

Casi un año después de la invasión de excrementos padecida por la costa gijonesa, sigue siendo la única ciudad del norte peninsular que no depura la totalidad de su aguas residuales. La depuradora de El Pisón continúa con procedimientos judiciales pendientes, por lo que no un entrará en funcionamiento tampoco este año, y es urgente la actualización de los equipos y su adecuación a la actual normativa europea de la de la Reguerona.

Los emisarios de Peñarrubia y Aboño tampoco dan garantías de buen furrulamientu. Será el Instituto de Hidráulica Ambiental de Cantabria quien analizará su estado, ya que al parecer en Asturies no existe organismo capacitado para esta labor.

La terminal granelera de El Musel y el parque de carbones, donde se almacena el carbón que no un se puede producir en Asturies por contaminante, pero que se compra a otro continentes, la cementera de Tudela Veguín, la térmica de Aboño y la acería de ArcelorMittal las son principales fuentes de partículas contaminantes, ya que a pesar las informaciones de las empresas sobre la puesta en marcha de medidas para rebajar las emisiones, las estas son claramente visibles desde la ciudad en forma de grandes nubes. Los estudios indican que el 58% de las micropartículas tienen origen industrial y corresponden en su mayoría, un 82%, a la planta siderúrgica, un 14% a la térmica y el 4% a la cementera. A ello hay que sumar un 42% de contaminación por vehículos, en los que pesa mucho la actividad de tráfico pesado con destino a El Musel.

Tampoco está Xixón preparado para inundaciones y tormentas, que además provocan nuevos vertidos de colectores, insuficientes y no en las mejores condiciones, lo mismo que los pozos de tormentas, dos de ellos aún en obras.

Estas y otras deficiencias ponen en estado de alerta a numerosas organizaciones ciudadanas preocupadas por la necesidad de adaptar Xixón a las necesidades de su creciente número de habitantes, antes de que empeoren más aún las condiciones de salubridá de la ciudad.

Llucía F. Marqués

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