A los más de 400 usuarios que padecen el caprichoso corte de la línea El Berrón-Llaviana se unieron los más de 1.000 que se han visto afectados por el corte en el tráfico ferroviario entre Campumanes-Ponte Fierrros y en la línea de cercanias C1

Ayer una avería en la catenaria interrumpió la circulación de trenes entre Asturies y León, desde primeras horas del día hasta las seis de la tarde, afectando a doce trayectos y a seis conexiones con Madrid y a otra más con Barcelona, aparte de la linea de cercanies C1 Xixón-Uviéu-Ponte los Fierros. Los trayectos se han suplido con transportes por carretera, con el consiguiente retraso y molestias.

Mientras tanto en la Cuenca el Nalón ya ha comenzado el cierre para la reparación del tunel de Carbayín, obras que han podido hacerse por las noches sin necesidad de cortar el tráfico, pero que la empresa ha preferido hacer de día. Como conecuencia los pasajeros que aún quieran viajar en Renfe tienen que hacer un doble trayecto: hasta El Berrón en los autobuses puestos por Renfe y desde El Berrón a su destino en tren. Los viajeros se quejan de que el corte comenzó antes de lo anunciado (el 30 de noviembre ya no funcionaron losúltimos trenes), de que los autobuses no garantizan dar servicio a todos los viajeros, con lo que algunos quedan en tierra y sobre todo de la tardanza. El trayecto en este autobús, que hace todas las desempleadas de la línea ferroviaria, tarda 1:10 minutos desde Llaviana a El Berrón, más de lo que yendo en tren se tardaría en hacer el recorrido completo hasta Xixón.

Además de ello hoy continuan «temporalmente interrumpidos» los servicios de Xixón cercanias y Xixón Xovellanos, según recoge la página web de Renfe cercanias, aunque no se tenga información del motivo.

En conjunto, un escenario dantesco que refleja bien la situación precaria en la que se encuentra un servicio ferroviario que en su tiempofue conocido como uno de los más rentables y eficientes de la Península. Son muchos los que intuyen que hay una intencionalidad económica y política detrás de esta progresiva extinción y denuncian las continuas averías, la falta de conservación de los trenes y vias y la descomunal falta de personal -tanto de conductores como de taller- que lleva a un costante goteo de suspensiones de trayectos.

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