La víctima era una camarera despedida de su cafetería
El dueño del establecimiento envió una carta a su exempleada en la que planteaba mantener relaciones sexuales «cinco veces a la semana», una misiva cuya autoría reconoció y sirvió para condenarle.
Según la sentencia, la camarera denunciante trabajaba como camarera en una cafetería de la ciudad. El 1 de abril de 2015 recibió un burofax de la empresa en el cual se le comunicaba su baja por no superar el periodo de prueba. Más tarde, el día 7 de abril de 2015 la camarera recibió atención médica en un centro de salud por ansiedad y neurosis. Al día siguiente denunció ante la comisaría de policía de Uviéu que desde el mes de noviembre era objeto de acoso sexual.
Fue presentada una demanda por despido nulo y subsidiariamente improcedente, exigiendo además el pago de una indemnización adicional por daños y perjuicios de 30.000 euros. El juez de instancia la estimó en parte, declarando improcedente el despido y condenando a la empresa a escoger entre la readmisión o la indemnización con las demás consecuencias legales inherentes. Más tarde, la demandante interpuso un recurso de suplicación para incorporar al proceso una carta recibida el 6 de enero de 2015.
El juzgado de primera instancia interpeló al acusado por esta misiva y sentenció que «las explicaciones de este y del testigo acerca de la génesis de la carta son pueriles, fantasiosas e inverosímiles». Ahora la sentencia ya es firme y contra ella no cabe recurso.
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