La pasividad de los asturianos frente al trato discriminatorio que el ejecutivo español nos aplica reiteradamente permite que se propongan para Asturies los incrementos mínimos en inversión territorial

En los presupuestos generales presentados por el Ejecutivo de Rajoy refleja un incremento del 10%, frente al más del 15% en España; pero lo grave no es el porcentaje en sí, sino lo que eso significa traducido a los presupuestos concretos.

Se partía de una situación misérrima: a Asturies le correspondieron unos escasísismos 211 millones de euros en los presupuestos del año pasado. Al tratarse de un incremento porcentual, encontramos un paralelismo interesante con el caso de los pensionistas: no solo se recibe un aumento ridículo, sino que, al aplicarse en forma de porcentaje sobre la miseria previa, el resultado es de apenas 22 millones de incremento.

En realidad estamos hablando de un enorme descenso en inversión territorial desde que, en el año 2009, las inversiones dedicadas a Asturies alcanzaron la cifra de 1.019 millones de euros, bajando en 2010 para quedarse en 923. En 2011, se recortaron       casi a la mitad, hasta 556 millones -más del doble de la cifra actual- y comenzaron una línea descendente que desembocó el los mínimos 211 del año pasado. En total un descenso global de cerca del 80%.

Tampoco corresponde a los asturianos decidir sobre la finalidad de esos fondos: se destinarán principalmente para infraestructuras, como la eterna Variante de Payares -obra en la que ya se han “invertido” 3.460 millones de euros- o el mantenimiento de los inútiles túneles del inexistente metrotrén de Xixón.

El motivo de esta discriminación presupuestaria lo apuntaba la vicepresidenta del Ejecutivo central Saénz de Santamaría en el discurso de la toma de posesión del nuevo delegado del Gobierno en Asturies, Mariano Marín. Según su punto de vista «la lealtad de esta comunidad al proyecto común de España es inquebrantable»: la falta de respuesta ante las agresiones españolas de las que hace gala el pueblo asturiano hace creer al ejecutivo español que puede menospreciar a Asturies sin peligro. Curiosamente entre los territorios más favorecidos por estos presupuestos, con incrementos de más del 27% sobre unas partidas ya considerablemente altas, se encuentran aquellos cuya “lealtad” es menos “inquebrantable”: de aprobarse los presupuestos Cataluña y el País Vasco se contarán entre los más beneficiados.

Llucía F. Marqués

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