En el año 2020 según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior se produjeron en todo el estado 277 delitos de odio relacionados con la orientación sexual y con la identidad de género, números que reflejan la vulnerabilidad e inestabilidad a la que el colectivo LGTBIA+ se enfrenta cotidianamente.

Además, según señala la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, la inmensa mayoría de los delitos de odio no son denunciados, por lo que, como insisten desde XEGA, la situación que nos muestran los datos oficiales sigue siendo la punta de un iceberg mucho más profundo y en el que otras discriminaciones pasan desapercibidas para la legislación vigente.

Su lucha es la de visibilizar las diversas violencias que sufren diariamente, pero sobre todo, por transformar mentalidades, por una educación inclusiva en diversidad e igualdad, por terminar con la discriminación laboral e institucional, por leyes que amparen el colectivo, y por poner fin a los discursos de odio que continúan siendo difundidos a costa de vidas.

Son también conscientes del uso malintencionado que se le puede dar a un caso concreto para cargar contra todo el colectivo, así como contra todas las personas que forman parte de él. Denuncian el uso como arma arrojadiza que se está haciendo del reciente caso de una falsa denuncia «eso es también una forma de silenciar la legitimidad de nuestras luchas; es algo que hemos vivido en otras situaciones, y es algo que no ha frenado ni frenará nuestras acciones ni nuestros esfuerzos».