El primer acto de autodeterminación de Asturies en la época contemporánea, la Declaración de Soberanía de la Xunta Xeneral, fue disuelta por la fuerza por el ejército español, con la oposición expresa por escrito de, entre otros, Jovellanos
213 años después de la Declaración de Soberanía del 25 de mayo es mester rememorar uno de los acontecimientos más interesantes y motivadores de la Historia de Asturies, no sólo por los hechos en sí, sino por lo que han representado y por lo mucho que nos cuentan del sentimiento identitario y defensor de la libertad de los asturianos a lo largo la historia.
El 9 de mayo de 1808 llegaron a Uviéu desde el gobierno de España las órdenes para someterse a la ocupación francesa y la noticia del fusilamiento de algunos asturianos en el 2 de mayo, lo que provocó la indignación de los asturianos que, poco dispuestos a acatar ordenes, presionaron a los diputados de la Xunta Xeneral a rebelase e ignorar las órdenes dictadas en Madrid.
Sin embargo, la mayoría los diputados se retractaron a los pocos días de la decisión tomada, acatando las instrucciones, algo que el pueblo no iba a consentir. El 25 de mayo de 1808 miles de campesinos y estudiantes (entre quienes queda memoria de dos mujeres, Xuaca Bobela y Marica Andayón) asaltaron la fábrica de Armas de Uviéu, entrando armados en la capital. Tomaron la Audiencia y con el apoyo de una parte de los diputados constituyeron un nuevo órgano de gobierno, la Xunta Suprema, autoproclamada soberana.
Tras jurar la soberanía popular, ello es, que «el poder, todo el poder, reside y procede del pueblo» asumieron todos los atributos de un estado soberano, tales como la bandera, ejército propio (el Ejército Defensivo Asturiano, con 30.000 hombres de todos los concejos) ministerios y embajadores. Seguidamente, declararon la guerra a Napoleón Bonaparte enviando a Londres una embajada para pedir apoyo militar.
Fue M.G de Jovellanos quien recibió el encargo de diseñar una bandera propia que, con algunas variaciones respecto al diseño original, seguimos usando. Aquella tenía un añadido interesante: llevaba grababa, en letras doradas, la frase ‘Asturies nunca vencida’. Como dato interesante diremos que España no tenía aún de aquella más bandera que la de utilización militar.
cuando al otro año una intervención militar del ejército español puso fin a la Xunta Soberana, la línea argumental dejada por escrito por Jovellanos en su defensa se basaba el hecho de que la Xunta asturiana es preexistente a la española, ya que tiene siglos de antigüedad, y por lo tanto aquella notiene autoridad para disolverla, pero argumentos poco valieron contra fuerza bruta y no consiguieron con ello mantener nuestra soberanía.
Llucía F. Marqués
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