Recogemos el testimonio del personal del hospital gijonés ante la cobertura dada por la prensa al regalo de DOS pizzes por parte de los Ultra Boys y recordamos que otros colectivos ofrecieron en su momento aportar este tipo de colaboración, pero para todo el personal, y fueron repor motivos sanitarios, sin que se sepa porque no un se han aplicado estas restriciones a los ultras

Estamos en una situación caótica y muy confusa. El personal sanitario y no sanitario agradecemos todas las muestras de apoyo y solidaridad que estamos recibiendo del resto de trabajadores y de la ciudadanía en un momento tan difícil, las balconadas de las 20:00 horas y el apoyo anónimo, que no sale en los medios de comunicación.

Pero eso no significa que todo valga.

Se publicaba una noticia en la que se recogía un teórico acto de solidaridad ciudadana realizado por el colectivo “Ultra Boys” para con las trabajadoras de la UCI del Hospital de Cabueñes. Una foto, el regalo de unas pizzas, que parece algo bienintencionado, no debe de ocultar lo que hay detrás, nosotras no queremos ser el cebo.

La Comisión estatal contra la violencia, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, incluyó al grupo en los listados de los ultras a disolver en el fútbol. La implicación de muchos de sus miembros en agresiones e incluso imputaciones en asesinatos les preceden; la última condena a sus miembros fue por una agresión con heridos en el bar La Folixa de Gijón. Seguro que sus víctimas han pasado por nuestros servicios. No queremos ser el objeto de campañas de blanqueo como ésta, en la que algunos medios de comunicación parecen olvidar que estamos hablando de grupos neonazis. La campaña que están llevando por otras ciudades, que no nos la vendan aquí. Porque es verdad que no nos pudieron dar lo que necesitamos: personal y medios, hay que tener otras convicciones para defenderlo.

Cuando pase esta pandemia tendremos que replantearnos la sanidad que necesitamos, la que queremos. La que no reduce camas, plantilla, la que no privatiza, en la que se minimicen las listas de espera, la que no potencia los seguros privados que ahora no se sabe dónde están, en la que no se privatice. Cuántas veces lo hemos peleado y salimos a la calle, pero ahora toca morder y hacer frente a este desastre, luego tendremos que unir las manos (seguro que podremos), porque nos tocarán otras, y duras, a ver si con mejores medios. Lo importante en estos momentos es exigir que se dote al personal sanitario para protegerse y que podamos seguir atendiendo a todas las personas, también con todos los medios para su curación. La sanidad debe ser pública. Y lo público debe defender unos valores de tolerancia, respeto, solidaridad, igualdad…. Justo los valores que grupos como Ultra Boys aborrecen. Estamos asistiendo en estos días a miles de gestos de solidaridad de ciudadan@s anónimos que no buscan ningún tipo de protagonismo, sólo colaborar. Y paradójicamente vemos otros a los que se da trascendencia en los medios. Quien quiere ayudar de verdad y no busca otro fin, no necesita publicidad ni complacencia de la prensa.

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