«No están las cosas para celebraciones»: los grandes olvidados del Parque de Picos, las personas que lo habitan, han rechazado la invitación a los actos de celebración de su Centenario
Un espacio natural históricamente poblado, comu es el caso de Picos, no sería lo que es sin la acción y el cuidado de las personas que viven y vivieron en él. Los crecientes obstáculos a los que se somete la utilización del Parque para la ganadería y pastoreo hacen cada vez más dificil mantener esta forma de vida, que es en si misma patrimonio asturiano y que debería ser protegida como un más de los recursos del Parque Nacional.
A la conmemoración acudieron algunas personalidades del gobierno de España y de Asturies, la presidenta del Congreso los Diputados, Ana Pastor, el Secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, el responsable de la red de Parques Nacionales, algunos diputados, senadores y representantes del gobierno del «Principado», alcaldes de Cangues y Cabrales, la delegada del Gobierno de España en Asturies, el máximo responsable de la red de Parques Nacionales, el secretario de Estado de Medio Ambiente y algunos trabajadores del Parque, pero no acudió ni un ganadero ni ningún dengún vecino de los pueblos del Parque Nacional de Picos.
Todos los presentes posaron para la foto y convinieron en darse palmaditas en el hombro, en enaltecer al impulsor del Parque, Pedro Pidal, y en decir que hacen falta más recursos económicos para el Espacio Protegido de Picos, llegando a mencionar los «usos tradicionales» que ellos mismos dificultan.
Por su lado, los históricos habitantes de la zona, pastores, vecinos y ganaderos -junto con el alcalde de Onis que unió a la protesta- quisieron hacer este vacío, no solo a este acto sino a todos los que se están celebrando con motivo del Centenario, para con ello visibilizar su rechazo a como se está gestionando el Parque, especialmente en lo que repecta a restricciones a las que tienen que someterse en su día a día (utilización del espacio, control de fauna, desbroces, pasos y caminos…) pero que se pueden saltar sin problema cuando viene una princesa de visita.
«Sentimos que sobramos en este parque» han declarado.
Llucía F. Marqués
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