El proyecto de regulación recogida de algas de arribazón propuesto por la Dirección General de Pesca Marítima de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del “Principado”, permitiría la extracción de algas en las playas con tractor y rastrillas metálicas, amenazando el equilibrio biológico de la costa

La recogida de las algas que llegan a las playas es método perfectamente sostenible de recuperación de un valioso recurso biológico, siempre que se limite a recoger lo que el mar saca. Permitir, como se hace en la actualidad, el arranque de algas de los fondos marinos pone en riesgo el futuro de un recurso biológico marino limitado, que actúa además como refugio de los peces más pequeños.

Los recolectores manuales también se ven afectados por la proliferación de tractores que, además de acabar con la producción y poner en riesgo la producción futura, constituyen un peligro directo para su integridad física, al exigirse a los tractores mantener una distancia de solo 2’5 metros, perjudicando una actividad tradicional con escaso impacto en beneficio de otra notablemente dañina.

La norma vigente hasta ahora prohibía expresamente el uso de artilugios que floten, pero se permitirá el uso de tractores con ruedas gigantes, que permiten la entrada en el mar y el consiguiente arranque. Se legalizan con esta regulación rastrillas de hasta 8 metros de longitud -que se han venido utilizado sin autorizar en los años pasados- que, además de acabar con las algas, obligan a sumergir el motor del tractor en el agua mientras se produce la extracción, con el impacto debido a las fugas y averías de los motores.

Por otra parte, el proyecto no refleja ningún protocolo de actuación en las playas para evitar la saturación de estos vehículos en las playas asturianas.

Redaición InfoAsturies

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