Acudirán con sus reivindicaciones a la manifestación del 24 de febrero en Uviéu, a las 5 delante la estación de Renfe

Tras una profunda reflexión acerca  del capitalismo y su idea fundamental “de alcanzar siempre el máximo beneficio sin contar con las consecuencias sobre la Tierra y las sociedades humanas” llegan a la conclusión de que el sistema educativo juega un papel determinante en la adoctrinación y la consecución de individuos obedientes y sin capacidad de crítica.  Citando a Simone de Beauvoir, “El opresor no sería tan fuerte si no hubiera tenido cómplices entre los propios oprimidos”, decía Simone de Beauvoir.

“Lo único que se espera de nosotros tras pasar por toda la cadena de montaje de la fábrica escolar, es que seamos buenos trabajadores obedientes y sumisos, meros productos para poner en venta en el mercado laboral.

El estudio forzado del estudiante se transforma en el trabajo alienado del trabajador, y de la misma manera que no cuestionamos ni criticamos las cosas que aprendemos, tampoco nos cuestionamos nuestra función como piezas en el esqueleto que rige nuestra sociedad” declaran los estudiantes.

Por tanto, no se plantean  “mejorar”  la escuela institucionalizada, sino destruir el sistema educativo y alcanzar una educación horizontal, autogestionada y combativa, como medio para acabar con el capitalismo.

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