Javier Cubero
En los años 1970 el éxito social de la revista Asturias Semanal implicó no solamente la aparición de una tan amplia como difusa sensibilidad “asturianista” dentro de la oposición antifranquista, expresada en el llamado Manifiesto Regional de Asturies, que demandaba un Estatuto de Autonomía en un marco general de libertades ciudadanas, sino también un interés histórico por las corrientes regionalistas” del primer tercio del siglo XX. Sin embargo el desarrollo de Conceyu Bable, con la aparición inesperada del moderno movimiento de reivindicación lingüística y nacional, incomodaría a muchos al problematizar, y por tanto visibilizar, marcos y relaciones estructurales que entonces eran ajenos al debate político y la reflexión histórica.
La reclamación de una descentralización, o desconcentración, del Estado-Nación unitario era una reclamación aceptable incluso para el franquismo aperturista, pero las nuevas ideas de Conceyu Bable superaban con mucho al guión de las élites. El consenso existente sobre la doble subalternidad lingüística y nacional era transversal en la sociedad asturiana desde la derecha hasta la izquierda, desde el régimen hasta la oposición, desde el bunker hasta las vanguardias.
En ese contexto no han sido pocas las voces que han sostenido que los planteamientos de Conceyu Bable representaban una absoluta novedad en la política asturiana, ya que (según su perspectiva) eran completamente rupturistas incluso con el viejo “regionalismo” asturiano. Y tenían cierta razón en la medida en que los discursos dialectales y heterónomos sobre la lengua e identidad asturiana jamás han sido extinguidos, pero se olvidaba o se desconocía que sí fueran cuestionados.
La mayor parte de las iniciativas y propuestas que se incluían dentro de la categoría de “regionalismo”, como era el caso de la Liga Pro-Asturias de Nicanor de las Alas Pumariño, se han caracterizado en su era por una significativa y repetida reivindicación del proteccionismo económico, una débil y ocasional demanda del autogobierno político, y un interés nulo cuando no adverso respecto a la revitalización de la identidad cultural. Su finalidad era fundamentalmente la dinamización de un espacio económico muy concreto…
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