El reto en si es atractivo pero, diversión aparte, es importante no solo para que los asturianos y nuestra sidra nos hagamos ver, sino para vernos, para reconocernos ante nosotros mismos como parte de una comunidad, de un país, con costumbres únicas y comunes. Es necesario tomar conciencia de lo mucho que nos une
¿Tú ya echaste un culín por la red? ¿no? ¿y a qué esperas? #SidraChallenge ya está en marcha. En todas las redes sociales puedes encontrar cientos de personas estirando el brazo, con mayor o menor estilo, echando un culete. Instagram, Facebook, Twitter… la idea es dar visibilidad a esta tradición tan nuestra y de paso, tomar un par de culinos, que culaquier disculpa es buena para tomar sidra.
El funcionamiento no se diferencia del de otras cadenas de este tipo, como el Manequin Challenge, la de echarse un cubo de agua por encima para apoyar la investigación contra la ELA o la de publicar fotos de cuando éramos niños. En este caso se trata de coger un vaso y una botella de sidra asturiana, buscar un sitio a nuestro gusto, grabarse echando un culín, beberlo y subirlo a la red con el hastag #SidraChallenge y si se quiere, también con los de #folixa, #sidra, #Asturies o #YeAsturies. Que no se os olvide nominar a tres amigos por lo menos, para que siga la cadena. El plazo es de 72 horas, transcurridas las cuales sin cumplir el reto obligan al nominado/ada a invitar al nominador a una botella de sidra.
“Que corra la sidra”, ”Acepta el reto 100% asturiano” y “Comparte el orgullo asturiano” son los lemas del reto, pero la invitación es internacional, para propios y para extranjeros y para todas las edades (los menores, que no beban el culín). Ya están llegando videos desde lugares tan lejanos como Centroáfrica, Londres o la Habana.
Además de los cientos de echadores anónimos, algunas personalidades conocidas también se apuntaron al reto: podemos ver a actores, como Roberto Álvarez desde el monte, Ana Villa desde Madrid y Nerea Vázquez desde la Llaboral de Xixón, o a músicos, como Rodrigo Cuevas junto al tendedero y con madreñas y Ramón Blanco, de Los Berrones, encima de un tejado.
Llucía F. Marqués
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